Durante nuestra estancia en Perú pasamos un tiempo en la actual capital gastronómica a nivel mundial, Lima. Allí tuvimos la suerte de poder realizar dos importantes colaboraciones. Por un lado con el colectivo The Jato Project y sus pop-ups clandestinas y por otro, con el prestigioso Chef Palmiro Ocampo y su restaurante 1087
Un mes antes de llegar a Perú nos encontrábamos en Mazatlán (Sinaloa) México, inmersos en nuestras cenas de chef table. Por entonces fuimos contactados por Wister, un chico limeño que había oído de nosotros y sabia de nuestra inminente llegada a Lima. Así, nos habló sobre su proyecto The Jato Project con el cual se dedican a realizar cenas clandestinas por diferentes localizaciones de la ciudad y nos explicaron que estaban interesados en hacer algo con nosotros. Este fue el comienzo de una bonita amistad con Wister y Ana, The Jato Project. Tras asistir como invitados a una de sus cenas en un precioso departamento de Miraflores, afianzamos nuestra relación con ellos y fueron las personas con las que compartimos toda nuestra experiencia en la capital peruana, conversando, saliendo por ahí y cocinando.
Aunque fueron varias las localizaciones que se barajaron para un pop-up con The Jato Project, finalmente se decidió por la preciosa Casa Fernandini, una mansión señorial de estilo francés que rompe completamente con la arquitectura colonial y moderna de Lima. Esta casa es alquilada para rodaje de películas, eventos musicales y en este caso, por primera vez, para un menú de degustación de 8 cursos elaborado especialmente para ese día, donde fusionaríamos técnicas españolas y europeas con los productos y tradiciones que absorbimos a lo largo de nuestro viaje por la sierra el cual os contábamos en la ultima entrada del blog
Así, algunos platos contaban historias como la del ceviche de erizo que nos preparo la señora Graciela en el mercado de la villa pesquera, o el plato de patatas en texturas en el que usamos diferentes tipos de papas andinas que nuestros amigos puertoriqueños Rafa y Angi de HighKitchen nos regalaron.
Gracias a los buenos de Wister y Ana, tuvimos la posibilidad de contactar con el respetado chef Palmiro Ocampo y su restaurante 1087 donde nos brindaban la oportunidad de colaborar con ellos. Nos reunimos con el Chef Palmiro en su restaurante, en lo que fue una experiencia inspiradora. Ademas de ser el chef a la cabeza de la cuarta generación de cocineros del país (generación con causa), nos recibió una persona cercana, entusiasta, innovadora y profesional. Conversamos con el de cocina, intercambiamos experiencias, definimos un menú degustación rápidamente y le pusimos fecha. Ademas, Palmiro tuvo la amabilidad de mostrarnos las instalaciones del restaurante, presentarnos a su equipo y explicarnos en detalle el concepto en el que se inspira su cocina. El área mas interesante la encontramos en la segunda planta, allí disponen de un espacio para eventos especiales donde ocurre toda la magia y donde se hace apología de tradición, cultura, y del respeto al producto utilizando técnicas modernas con un acabado impecable. Como colofón, fuimos invitados como comensales a uno de estos eventos especiales para un menú degustación que literalmente nos voló la cabeza
El evento al que asistimos como invitados fue una autentica experiencia culinaria. Desde el ambiente de la sala que con agradables sonidos de río y pájaros que te transportaban a la selva peruana hasta el exquisito servicio de meseros y demás personal de sala. Uno de los principios que siguen en su restaurante es el de “Cocina Óptima”, el cual consiste en aprovechar el 100% de los elementos que intervienen en la producción de todas sus cocinas Así por ejemplo, deshidratan diferentes verduras para alargar su vida y poder experimentar con sabores y texturas, aprovechan las cortezas de frutas para caldos e infusiones o fabrican compostaje con las sobras que después emplean en el jardín de la tercera planta)
Llego el momento de nuestra colaboración en 1087. Para este evento se elaboró un menú degustación que finalmente resultó estar perfectamente equilibrado entre los platos de Palmiro y los nuestros. Trabajamos codo a codo y en un clima perfecto con los chefs Juan Pablo Montes, Agustín Vaccalluzzo, Arturo Sandoval, Esteban Cortes y Rodrigo Morales a los cuales damos las gracias por compartir su espacio con nosotros. Destacar el hipnótico plato de mashua en texturas de Palmiro (Fotos de Kaneel, cedidas por plataforma Letsdu
Después de la que probablemente sea una de nuestras mejores colaboraciones hasta la fecha, nos fuimos con todo el equipo a tomar algo y pasamos un rato de risas y nos despedimos de Palmiro con un fuerte abrazo, xD. Nos vamos de Perú reforzados por haber vivido tantos momentos especiales y haber conocido gente tan buena y profesional y a los que seguro volveremos a ver mas pronto que tarde. Hasta siempre!
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