Vuelve a llegar el momento de la despedida.. Mazatlán y el pacífico han sido nuestra casa durante tres meses en los que hicimos cenas privadas, colaboraciones con restaurantes, clases de cocina, etc. Por último, Oaxaca y su gastronomía han sido la mejor despedida que podíamos tener de México porque Perú nos espera!
Desde que Miguel y yo salimos de España teníamos clara la idea de aprovechar los precios asequibles de México y alquilar un departamento donde pudiésemos hacer cenas privadas para 8 personas, tener tiempo de experimentar, hacer pruebas con productos y donde pudiésemos en definitiva controlar toda la experiencia. Y lo conseguimos!. Un bonito espació en Olas Altas, junto al mar y cercano al centro histórico. Lo complicado vino después. Teníamos que hacernos del material de cocina indispensable e intentar gastar lo mínimo posible. Dos sartenes, un cazo y una olla fueron los utensilios con los que intentar hacer la magia. Pero aun faltaba lo mas importante, una vajilla, una mesa para 8 personas y 8 sillas.. Como suele suceder, la falta de recursos agudiza el ingenio y finalmente construimos con nuestras propias manos (literalmente), una mesa MUY económica, 300 pesos (15 euros). Así, nos hicimos de un pesado tablón y construimos con la ayuda de Ramón, un amable carpintero de la ciudad, la base de una mesa que seria el centro de muchas cosas especiales que ocurrieron para nosotros en aquellos dias..
Conseguimos una bonita vajilla de barro fabricada a mano por un artesano en el pequeño pueblo de Concordia por el módico precio de 600 pesos (unos 30 euros) y las sillas nos fueron cedidas por Fernando, el gerente del restaurante Agatha en Mazatlán. Conocimos a Fernando al poco de llegar a Sinaloa, el cual nos invito a asistir a una evento especial en su restaurante donde habría una degustación maridada con los vinos Solar Fortún de Martha Echavarria. Así, conocimos a las que serian nuestras primeras comensales para las cenas de 6 cursos que haríamos en casa. Esta fue la primera de muchas cenas que se sucedieron a buen ritmo gracias al boca a boca y al periódico Noroeste donde tuvimos un hueco en el que contaban nuestra historia
Llamamos a estas cenas «Noches de Chef Table con The Lemon Experience» que consistían en degustaciones de 6 cursos con un cóctel para 8 personas donde Miguel y yo nos encargábamos de todo. Hacíamos la compra en el mercado con lo mas fresco que encontrábamos y siguiendo la filosofía de fusión entre producto local y las elaboraciones que nosotros conocemos y vamos aprendiendo durante esta experiencia
Gracias a estas cenas, conocimos a gente fantástica que apoyó nuestro proyecto desde el principio y a los que desde aquí damos las gracias. Así, las cenas llevaron a las clases de cocina española. En concreto dos clases para las chicas mazatlecas que querían aprender un poco mas sobre la gastronomía murciana y española. Para estas clases hicimos algunos platos como tortilla de patatas, calamares rellenos, pulpo, arroz murciano de pollo y de marisco, pescado en salsa verde, etc..
Entre toda esta actividad teníamos tiempo para disfrutar de Mazatán, de su malecón y sus puestas de sol y por supuesto de conocer a gente con la que tomarse una «ballena» (Litro de cerveza Pacífico) en el Belmar. Harim fue una de estas personas. Un mazatleco con muy buena onda y responsable de la revista independiente GAMA. La única revista de contenido en la ciudad, editada con mucho gusto, portadas con ilustraciones originales y apoyando el talento local. Nuestra amistad con Harim y su chica Frida, comenzó con una entrevista que quiso hacernos en casa para la edición de Junio de 2017 y que continuo con varias salidas a las afueras. Con ellos visitamos Mexiquillo, y el Espinazo del Diablo en Durango
Mas tarde, Harim y Frida tuvieron la amabilidad de documentar nuestras últimas dos actividades en Mazatlán, una degustación en casa y la colaboración en el restaurante KUA de nuestros amigos German, Gerardo, Juanito y Dani. Este último evento fue muy especial para nosotros porque acudieron a cenar muchas de las personas que conocimos durante nuestro periplo en Mazatlán y fue un placer poder cocinar mano a mano con nuestros amigos en el que, probablemente, sea el mejor restaurante de la ciudad. La temática de la cena fue una degustación fusión España y México donde se unieron sabores murcianos y sinaloenses utilizando producto local de temporada como por ejemplo ocurrió con el mango con el que elaboramos un gazpacho tradicional
Pocos días después de este evento tuvimos que despedirnos con mucha tristeza de una vida a la que ya nos estábamos acostumbrando pues nos sentíamos como en casa. Aun nos queda una semana en este increíble país que es México y la aprovecharemos para visitar el estado con la mejor gastronomía de todos: Oaxaca. Hablaremos de esto en la próxima entrada del blog. Saludos!
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